Por eso no podemos actuar conforme a esas fuerzas interiores que nos empujan hacia lo malo sin medir las consecuencias de lo que vamos a hacer. Misericordia es motivación para vivir como Dios vive no para hacer lo que se nos venga en gana. Piensa como estas actuando, como estás construyendo tu relación de pareja, la relación con tus hijos, las relaciones con tus amigos. Tu fe tiene que notarse fundamentalmente en tus relaciones con los demás, no en el culto. No se puede entender que tú digas tener fe en Dios cuando la relación con los demás deja que desear. Pregúntate si tu actuar es el de alguien que confía en Dios y que comprende el significado de la palabra misericordia y la práctica. Esa es la pregunta que tienes que hacerte para llenar tu vida de plenitud.
Adaptado de Linero. Día a Día. Caracol TV 30-jul-2013
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