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Quiero compartir con todos los lectores, estas pastillitas, que mi hermano mayor me regala casi todas las mañanas. Reúnen las cualidades de ser profundas pero sencillas , de rápida lectura y de acción prolongada en sus beneficios , gracias Germán .

domingo, 30 de junio de 2013

HUMILDAD

Virtud es toda fuerza interior que nos ayuda a ser mejores seres humanos y la humildad es una virtud.  
El Espíritu Santo es un don, es un regalo que Dios nos lo da porque es su voluntad, no porque nosotros lo merezcamos. Que puede hacer el hombre entonces para vivir la presencia llenadora del Espíritu Santo?. Abrir espacios, como hago en mi casa cuando voy a recibir a alguien que viene a visitarme. La humildad tiene que ver con la actitud de ser agradable al otro, de no ser altanero, de ayudarlo, de no enrostrarle lo que somos y tenemos. Cada uno tiene una percepción distinta de lo que es ser humilde pero el prototipo de humildad es Jesús.

La humildad no es un sentir, no son palabras, no es decir me siento pobre y desdichado. Humildad es la disponibilidad de servicio, es la voluntad de servir, es estar dispuesto a abajarme yo para servirte a ti tal como lo hizo Jesús que bajó del Cielo para servir al hombre, es no retener cosas innecesarias. Humildad es hacer lo que hizo Jesús en la Última Cena al lavar los pies de los apóstoles. 

La verdadera humildad es servir sin esperar nada a cambio. La razón de ser de la humildad es el servicio a los demás por amor. Hay muchos que vamos a misa, nos damos golpes de pecho pero a la hora de servir a los demás no hacemos nada. Tenemos que servir al pobre de recursos materiales, al pobre de recursos espirituales, al pobre de recursos culturales, al pobre de recursos intelectuales y a todos los que le falte algo. Humildad es servir al que lo necesita.

 No podemos ser cristianos si pasamos indiferentes delante del pobre. Un cristiano está siempre dispuesto al servicio por amor. Si aprendemos esto transformaremos el mundo.
Humildad es gratuidad, es dar sin esperar algo a cambio, es abajarse sin ningún interés. Cuando des un banquete invita a los lisiados, a los pobres, a los que no tienen como pagarte.
La humildad es darse gratuitamente, es no vivir para ti mismo sino para la comunidad. 

Humildad es liberarnos de todo aquello que nos hace creer que estamos por encima de los demás, que no nos permite agacharnos para servir al otro. La humildad tiene que ser entendida como sobriedad, uno no debe enrostrarle al otro lo que tiene pues se vuelve ofensivo, a veces echas el cuento de todo lo que has comido durante el día delante de alguien que no ha probado bocado.

La humildad consiste en ser verdaderos ante Dios, en quitarnos tanto adorno para mostrarle a Dios lo que realmente somos. El humilde no se mimetiza, no se engaña. Entonces los cristianos nos debemos convertir en una comunidad de resignados? No!!……. la diferencia es que tienes que esforzarte para crecer, para superarte como ser humano y desde allí servir y bendecir a los demás, para compartir pero sin alardear y sin andar pensando que todo tiene que ser para mi.

  Adaptado de la homilía de Linero, Santa Misa 30-jun-2013
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