Un día,
temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del sol. ¡Es
asombroso, la belleza de la creación de Dios va mucho más allá de cualquier
descripción!
Mientras
observaba el paisaje, alababa a Dios por su bella obra, y allí sentado, sentí
la presencia del Señor que me preguntó, ¿Me amas? Yo contesté, ¡Por supuesto, Dios! ¡Tú eres mi
Señor y Salvador!
Entonces
me preguntó, Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿aún me amarías? Me
quedé sorprendido, bajé la mirada, me quedé unos minutos en silencio. Y
contesté: Sería
difícil, Señor, pero aún así te amaría.
Entonces
el Señor dijo: Si estuvieras ciego, ¿amarías mi creación?.¡Cómo podría amar
algo, sin poder verlo! Y entonces pensé en las personas ciegas que aman a Dios
y a su Creación. Así que
contesté: Es
difícil, pero si aún te amaría.
El
Señor entonces me preguntó: Si fueses sordo, ¿oirías mi Palabra?. ¿Cómo podría oír algo siendo sordo? Entonces comprendí. Escuchar la Palabra de Dios no es solamente usar nuestros oídos, sino nuestros
corazones. Contesté: Sería difícil, pero aún oiría tu Palabra.
Andrea
Carrillo en http://www.renuevodeplenitud. com/
Blog Pastillitas
No hay comentarios:
Publicar un comentario