1. Alégrate: es la primera palabra para
María y también para el hombre; es lo primero que todos debemos escuchar. Dios es
fuente de alegría en el corazón del hombre. A pesar de nuestros problemas
debemos estar alegres. La vida hay que enfrentarla con alegría a pesar de sus
problemas. Alegría no es andar embalado, alegría es el gozo que sientes cuando hace
las cosas bien hechas, cuando cumples tus sueños. Disfruta tu vida, disfruta lo
que haces. La primera consecuencia de la presencia del Espíritu Santo en el
corazón del hombre es la alegría.
2. El Señor está contigo. La alegría no
es una alegría forzada sino consecuencia de que Dios está con nosotros. La
alegría se da porque hay una convicción, una seguridad que llevamos a Dios adentro,
de que no soy un perdedor. Dios no me va a dejar fracasar aunque pase por
noches oscuras, aunque tenga días de prueba voy a salir adelante porque él está
conmigo. Dios nos acompaña y siempre busca nuestro bien.
3. No temas. El principal problema de
los hombres es el miedo. Son muchos los miedos que pueden despertarse en
nosotros. A esos miedos hay que enfrentarlos. Los miedos son anclas que no te
dejan elevar, los miedos nos impiden hacer las cosas que debemos hacer. Miedos
a la enfermedad, miedos a la muerte, miedos al mañana. Los cristianos no
debemos sentir miedo porque Dios está con nosotros. Te invito a reconocer tus
miedos y a dejar que Dios te saque de ellos. Pídele al Señor que te libere de los
miedos para poder ser feliz.
4. Has hallado gracia ante los ojos de Dios.
No solo María sino también tu y yo, la fe no es una fórmula para resolver los
problemas diarios, pero Dios está allí para ayudarnos a resolverlos.
Adaptado de: Linero Día
a Día Caracol TV 19-may-2013
Blog Pastillitas
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