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Quiero compartir con todos los lectores, estas pastillitas, que mi hermano mayor me regala casi todas las mañanas. Reúnen las cualidades de ser profundas pero sencillas , de rápida lectura y de acción prolongada en sus beneficios , gracias Germán .

jueves, 16 de agosto de 2012

Tu montaña...es tu reto

Escoge la montaña que deseas subir: No te de­jes llevar por los comentarios de los demás que di­cen ”esa es más bonita", o "aquella es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres el único responsable y debes estar seguro de lo que estas haciendo.
 A prende a llegar a ella: Muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercamos, ¿qué ocurre? Que entre ella y tu meta se interponen muchos obstáculos, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.


Aprende de quien ya caminó por allí: por mas que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú y dejó mar­cas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.
Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando comiences a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, hay hendiduras impercep­tibles, hay piedras resbaladizas. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.
 Alégrate cuando llegues a la cumbre y Haz una promesa: Aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y di que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar.

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