Muchas veces deseas para ti y para los tuyos un montón de
cosas que van mas allá de tus necesidades y de lo que realmente puedes pagar. Tus
anhelos muchas veces convierten cosas insignificantes en importantes o que te
hacen gastar en cosas banales dinero que podrías gastar en cosas útiles como
son la educación y la alimentación de tu familia o los ahorros que podrias
guardar para cuando estés viejo o tengas una emergencia real.
En las navidades ves como la gente adquiere
compromisos
por mas de lo que puede pagar, se endeuda hasta la coronilla porque el
ambiente
así se lo hace desear y después pasa todo el año preocupado porque no
puede pagar. Pero tu no puedes actuar solo por tus deseos. Debes
pensar y evaluar tus deseos para para estar seguro que ellos responden a
tus
necesidades reales y de que tienes como respaldarlos.
Evita desear lo que no necesitas y trata de diferenciar lo
que necesitas de los caprichos. Dale prioridad las cosas que realmente son prioritarias.
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