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Quiero compartir con todos los lectores, estas pastillitas, que mi hermano mayor me regala casi todas las mañanas. Reúnen las cualidades de ser profundas pero sencillas , de rápida lectura y de acción prolongada en sus beneficios , gracias Germán .

domingo, 26 de agosto de 2012

Capitán Chesley “Sully” Sullemberg

El 15 de octubre de 2009 el Capitán Chesley “Sully” Sullemberg despegó del aeropuerto de La Guardia en Nueva York un Air Bus A-320. Apenas había despegado una bandada de gaviotas chocó contra las turbinas de su avión, las dañó, y Sully no tuvo mas remedio que aterrizar de emergencia sobre el río Hudson, salvando tanto la tripulación como a los pasajeros. Después de aquel aterrizaje forzoso el Capitán Sully fue entrevistado como un héroe y alguien le preguntó si había rezado en aquellos momentos de crisis, a lo que el Capitán contestó: “tenia que concentrarme en lo que estaba haciendo, detrás de mi había 250 pasajeros para que se encargarían de rezar”. Uno de mis mejores amigos, a quien le gusta pasárselas por ateo para molestarme, me envía un correo y me dice: que tal te parecen las declaraciones del capitán Sully? a lo que le respondo: muy buenas, yo hubiese hecho lo mismo. Hubiese sido muy mal hecho que el capitán en esa situación hubiese dejado el avión solo y se hubiese ido a la cabina de pasajeros y decir: “vamos a rezar un rosario y dejemos el avión solo, que pase lo que Dios quiera”. Si el capitán hubiese procedido así hubiese sido responsable del asesinato de 250 personas, con premeditación y alevosía, por dejar de cumplir con su deber. Cuentan que cuando San Luis Gonzaga era niño uno de sus maestros llamó uno a uno a sus compañeros de clase que estaban jugando y les preguntó: "que harías si en este momento te dijeran que vas a morir en pocas horas?". Todos respondían mas o menos lo mismo: se irían a la capilla a rezar y a prepararse para recibir la muerte. Cuando el maestro llamo a San Luis este le contestó, "yo seguiría jugando como todos los días lo hago a esta hora, pues siempre hago lo que tengo que hacer y siempre estoy listo para morir cuando Dios lo quiera". Una respuesta similar a la del Capitán Chelsey: en cada momento debo cumplir con mi deber, esa es mi primera obligación y la mejor oración que puedo hacer al Señor es hacer las cosas que tengo que hacer bien hechas y en el momento oportuno.

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