El año nuevo trae resoluciones por
cumplir o sueños que queremos ver hechos realidad. Cualesquiera sean
nuestras intenciones nuestros deseos más profundos deben estar dirigidos a
nuestros seres más queridos: la familia: el cónyuge, los hijos, tal vez en ese bebé que está por
nacer o esperamos que pronto llegue.
Tengamos por ejemplo la familia de Nazaret. El primer alimento que recibió Jesús fue el amor de sus padres, y fue ese amor la base de su formación. La familia de Nazaret nos invita amarnos entre esposo y esposa porque de ese amor se alimentarán los hijos. Ellos no necesitan discursos o sermones, pero necesitan un testimonio de amor de parte de los padres cada día de sus vidas. Un niño o un adolescente, encontrará todas las fuerzas que necesita para superar cualquier obstáculo que se presente en su camino si tiene una familia que le ame.
Tengamos por ejemplo la familia de Nazaret. El primer alimento que recibió Jesús fue el amor de sus padres, y fue ese amor la base de su formación. La familia de Nazaret nos invita amarnos entre esposo y esposa porque de ese amor se alimentarán los hijos. Ellos no necesitan discursos o sermones, pero necesitan un testimonio de amor de parte de los padres cada día de sus vidas. Un niño o un adolescente, encontrará todas las fuerzas que necesita para superar cualquier obstáculo que se presente en su camino si tiene una familia que le ame.
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