Conozco gente que solo reconoce sus actitudes de pecado cuando toca fondo. Cuando ya nada podemos hacer para cambiar lo que hicimos. Dios puede hacer cualquier cosa que le pidamos con fe pero no puede cambiar el pasado, sin embargo Dios si puede sanar nuestro pecado. Por eso quiero invitarte a tomar dos actitudes:
1) Tomar conciencia de nuestras actitudes de pecado, que nos demos cuenta que los pecados niegan el amor de Dios en nuestra vida y la hacen árida, porque acaba relaciones interpersonales, destruye familias y hasta desbarata sueños y expectativas
2) Pedir la gracia de Dios para que nos de su fuerza y así enfrentar todo lo que no nos deja ser libres ante las tentaciones.
Adaptado de: Linero. Oracional Diario No. 140. 2-jun-2014
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