Una familia afortunada tenía una gallina que todos los días ponía un huevo de oro. Pronto pensaron que no tenían suficiente con lo que les daba la gallinita y que ella debería estar llena de oro por dentro, Así que decidieron matarla pero cuando la abrieron descubrieron que era igual al resto de las aves de corral. Así que ni se enriquecieron de inmediato ni disfrutaron mas del huevito de oro diario que les daba su gallinita.
La codicia muchas veces hace desear mas y perderlo todo. Es mejor ser agradecido con lo que se tiene y disfrutarlo que estar deseando más. Tener gratitud es disfrutar las cosas que tenemos aunque pensemos que no son tan bonitas ni tan grandes como las de los demás
Adaptada de Linero, El Man está Vivo. Oracional Diario No. 137. 3-mar-14
CARLOS UZCATEGUI B
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