En contra de lo que piensan algunos, vaciar las bandejas de entrada no es un “hábito friki” ni una obsesión por la limpieza ni tampoco una manía estética. Vaciar tus bandejas de entrada va mucho más allá que cualquiera de estas anecdóticas consecuencias. Esto se debe a que entre las cosas que residen en tus bandejas de entrada y tú existe un vínculo. Tu mente sabe que esas cosas están ahí y sabe que están ahí porque en algún momento incidieron en tu atención y tú aceptaste tácitamente el compromiso de pensar sobre ellas y tomar una decisión al respecto.
La parte importante del concepto de Inbox cero no es que hay que vaciar el inbox cada día, sino que hay que cambiar la manera de tratar las cosas en tu bandeja de entrada. En lugar de leer los mensajes hay que tomar decisiones sobre qué hacer con cada elemento.
Jeroen Sangers. La clave para tener una bandeja de entrada vacía http://facilethings.com/blog/
Carlos Uzcátegui B.
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