No está bien creer que
hay que ganar, hacer dinero o triunfar a como de lugar. Ese
camino que puede traer alegrías en un momento termina llevándote a la
frustración y a la derrota.
Tiene que existir coherencia entre lo que haces y los valores que proclamas. A veces nos quejamos
de la manera como la sociedad se nos está cayendo a pedazos o por las
atrocidades que leemos en nuestros periódicos. Una de las variables que
explica esas situaciones es creer, enseñar y proclamar que hay que
lograr los objetivos cómo sea.
¿Cómo puedes lograr la
victoria sin traicionar los principios fundamentales de tu ser?
1. Se creativos, no te
quedes quieto, no dejes que los inconvenientes te subyuguen sin intentar un
camino diferente. Ordena de modo diferente las acciones de tu vida e intenta otras
alternativas.
2. Se bondadoso;
cuando uno es tacaño, cuando no da, cuando no comparte, se encierra, se
olvida de conseguir el resultado por cuidar la posición en
la que se está para que otro no pueda acceder a ella. Es increíble la
gran
cantidad de gente que no logra nada, para que otros no se beneficien de
sus
victorias; el típico ejemplo es aquel que prefiere que le pongan una
mala nota
a que otro se gane una buena sin merecerlo.
3. Respeta al
otro. Las interpretaciones, los sentimientos y las ideas que tienen otros
pueden ser diferentes a las tuyas pero son igual de dignas, de importantes, de
valiosas, siempre uno encuentra una idea acertada en quien discute conmigo.
4. Se leal; que los
otros sepan que juegas bien, que respetas las reglas, que no usas atajos,
ni trampas, que no sacas ventajas injustas de tu posición o de tus
relaciones. .
5. Comprende que no todo se
pesa por el dinero que cuesta, hay realidades que son más importantes que
el dinero o que el éxito logrado a costa de trampas y engaños.
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