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Quiero compartir con todos los lectores, estas pastillitas, que mi hermano mayor me regala casi todas las mañanas. Reúnen las cualidades de ser profundas pero sencillas , de rápida lectura y de acción prolongada en sus beneficios , gracias Germán .

sábado, 12 de octubre de 2013

SEAMOS COMO EL PUBLICANO

Una de las situaciones más equivocadas que uno puede vivir es creer que uno es bueno y que los demás son malos, esa no es la actitud de un creyente. Los creyentes reconocemos nuestras fallas y que a cambio de ese reconocimiento recibimos el perdón de nuestros pecados. Hay dos maneras de orar la farisaica que es la de dar gracias por lo que uno es, porque su paradigma es creerse el dueño de su vida y la del publicano que da gracias por lo que Dios nos ha dado. Señor yo creo en ti y confío en ti, abre tu mano y déjame sentir el regalo de tu amor. 
Son dos teologías distintas la del fariseo que se centra en sus talentos y los estima como suyos propios y la del publicano que reconoce la misericordia de Dios y lo poco que es y que todo lo que tengo viene de Él. Seamos como el Publicano, tengamos un espíritu de humildad, reconozcamos que no somos perfectos, que nos equivocamos mucho. El fariseo no agradece la salvación porque cree que la merece. El Publicano sabe que no es nada y que todo lo que tiene es un regalo de Dios, que es Dios el que la da todo lo que tiene y lo agradece.

Linero, Día a Día. Caracol TV. 11-oct-2013

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