Moisés murió en el monte Nevo. Es el lugar donde Dios dejó que Moisés viera la tierra prometida para que muriera sin llegar hasta allá. Allí entendí algo, Dios siempre cumple las promesas pero las cumple según su voluntad. Moisés luchó por ese pueblo y Dios lo ayudó a conducirlo hasta la tierra prometida pero no dejó que Moisés entrase en ella.  Eso le parece injusto a cualquiera que después de haber trabajado 40 años para conducir el pueblo hasta la tierra prometida haya tenido que contentarse con verla desde lejos. Nos cuesta entender esas cosas, lo que pasa es que las cosas se hacen según la voluntad de Dios y  no la de nosotros, se hace la voluntad del Señor porque eso es lo que a largo plazo más nos conviene, aunque de momento no lo entendamos. Eso no significa que abandonemos la lucha sino que luchemos más, pero siempre dispuestos a aceptar la voluntad de Dios. Lucha y pide pero siempre di que se haga tu voluntad no la mía. Necesitamos ser hombres y mujeres que piden pero dispuestos a aceptar la voluntad de Dios.

Adaptado de Linero 14-Abr-2013

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SIEMPRE DISPUESTOS A ACEPTAR LA VOLUNTAD DE DIOS