
El trabajo es demasiado importante. Trabajo y dignidad de la persona caminan al mismo paso. La solidaridad tiene que aplicarse también para garantizar el empleo; la cooperación representa un elemento importante para asegurar la pluralidad de presencias entre los gestores en los mercados.
Los jóvenes y las personas mayores son considerados en la actualidad desechos porque no responden a ningún criterio útil de inversión. Se dice que son 'pasivos', no producen, en la economía de mercado no son sujetos de producción. No tenemos que olvidar, sin embargo, que los jóvenes y los ancianos llevan consigo cada uno una gran riqueza: ambos son el futuro de un pueblo. No puede haber un desarrollo auténtico ni un crecimiento armónico de una sociedad si se niega la fuerza de los jóvenes y la memoria de los ancianos. Un pueblo que no cuida de sus jóvenes, de sus ancianos, no tiene futuro.
Adaptado de Papa Francisco. ACI/EWTN Noticias. Vaticano, 21 Nov. 13
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