El Papa Francisco usó como ejemplo la parábola del administrador deshonesto que engaña y roba, para decirnos que el hábito del soborno es una costumbre mundana y muy pecadora. Es un hábito que no viene de Dios: ¡Dios nos ha pedido que llevemos el pan a casa con nuestro trabajo honesto!
!Y este hombre daba de comer a sus hijos pan sucio! Y sus hijos, tal vez educados en colegios costosos, tal vez crecidos en ambientes cultos recibían de su papá como comida la inmundicia, porque el papá había perdido la dignidad.
Alguno de ustedes podrá decir: “¡Pero este hombre ha hecho lo que hacen todos!”. ¡Pero no todos! Lo hacen algunos administradores, administradores de empresas, administradores públicos; algunos administradores del gobierno... Quizá no sean tantos. Pero es el camino más breve, más cómodo para ganarse la vida".
Recemos hoy por tantos niños y muchachos que reciben de sus padres pan sucio: ¡También éstos están hambrientos
Adaptado de Papa Francisco. Homilía del 8 de noviembre, 2013 (Romereports.com)
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