Muchas veces decimos creer una cosa y vivimos otra. Insistimos
mucho en el testimonio de Jesús de Nazaret que es perdón, misericordia, bondad,
solidaridad pero nuestra manera de vivir es distinta. Muchos que decimos vivir
la vida de Jesús de Nazaret vivimos una vida contraria a la que Él vivió. Tiene
que haber coherencia entre vida y doctrina, no puedo decir soy cristiano pero
odio, mato, no perdono, no soy solidario.
Paulo insiste en que tu manera de creer determina tu manera
de vivir. Creer en el Señor nos define una manera de vivir precisa: 1) Una vida sobria: vivimos con
lo que es esencial, con lo que es fundamental, rechazamos lo suntuario, 2) Una vida
honrada, honrado es aquel que merece la honra, el que merece ser respetado por la
forma como actúa 3) Una vida religiosa, una vida que está en unión permanente
con Jesús.
Haz el esfuerzo de mostrar en tus actividades diarias como
padre, como hijo, como esposo, como trabajador que eres un creyente, que sigues
el ejemplo de Jesús
Linero 131112
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