Jesús alaba a la mujer que insistentemente le pide la curación de su hija y satisface su deseo. La insistencia que es agotadora, es una actitud de la oración. Santa Teresa habla de la oración como una negociación con el Señor, y esto es posible solo cuando hay familiaridad con el Señor. Es agotador, es verdad, pero esta es la forma de conseguir de Dios una gracia. ¡Convencer al Señor con las virtudes del Señor! Yo me detendría a orar y negociar con el Señor, incluso volverme inoportuno con el Señor. Orar y alabar al Señor en las cosas buenas que tiene, y decirle que estas cosas bellas nos las envíe a nosotros, y que nos ayude.
Jesús, ¡Qué gusto saber que te puedo encontrar en la oración y que tienes un don especial preparado para mí! Quieres que me acerque con verdadera humildad y fe porque sólo así te doy el lugar que verdaderamente te mereces. Concédeme vivir con esta actitud para escuchar tu voz y poder darte a conocer a los demás.
Jesús, ¡Qué gusto saber que te puedo encontrar en la oración y que tienes un don especial preparado para mí! Quieres que me acerque con verdadera humildad y fe porque sólo así te doy el lugar que verdaderamente te mereces. Concédeme vivir con esta actitud para escuchar tu voz y poder darte a conocer a los demás.
Adaptado de: Juan José Hernández | Fuente: Catholic.net
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