Al atardecer de la vida
Si ofrecí mi pan al hambriento,
si al sediento dí de beber,
si mis manos fueron sus manos,
si en mi hogar lo quise acoger.
Si ayudé a los necesitados,
si en el pobre he visto al Señor,
si los tristes y los enfermos
me encontraron en su dolor.
Aunque hablara miles de lenguas,
si no tengo amor nada soy,
aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy.
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