LA
SEMILLA QUE CAYO EN EL CAMINO: Para ellos Cristo no representa nada en
su vida. O porque no han recibido todavía su mensaje, o porque no les
interesa. Viven sin saber a lo que están llamados. Pasan los años como
si todo terminase aquí, sin más esperanza.
LA
SEMILLA QUE CAYÓ ENTRE MALEZAS Y PIEDRAS: Ellos han oído hablar del
Señor, pero su fe es superficial. Viven en el pecado sin preocuparse lo
más mínimo. Son los cristianos que han adaptado sus costumbres a las del
mundo. Piensan que así están bien y que al final todo se solucionará.
Pero sus malas acciones le duelen profundamente al Corazón de Jesús.
LA
SEMILLA QUE CAYÓ EN TIERRA BUENA: Personas conscientes de que realmente
Dios les ama y tiene un plan de salvación para cada uno. Son los que, a
pesar de sus limitaciones y caídas, se levantan y siguen por el camino
que Cristo les ha marcado. Son los que han acogido el Evangelio, y los
que dan frutos, construyen y santifican la Iglesia. Son el modelo y
testimonio de la vida cristiana. Por ellos ha valido la pena la entrega
de Cristo en la cruz.
Adaptado de: Que la Palabra de Dios entre como una semilla y de fruto en nuestro corazón.
Autor: P . Clemente González. Catholic.net. 20-sep-2014
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