Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Dos personas enamoradas no se gritan sino que se hablan suavemente, porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
Cuando se enamoran más aún, no hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Eso pasa cuando dos personas están cerca, cuando se aman.
Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán el camino de regreso.
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