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Quiero compartir con todos los lectores, estas pastillitas, que mi hermano mayor me regala casi todas las mañanas. Reúnen las cualidades de ser profundas pero sencillas , de rápida lectura y de acción prolongada en sus beneficios , gracias Germán .

lunes, 24 de marzo de 2014

LA CARIDAD ES LA PUERTA DELCIELO

Hay que amar como Jesús nos ha amado, y esto conlleva no encerrarse en uno mismo, en los propios problemas, en las propias ideas, en los propios intereses, en ese pequeño mundito que nos hace tanto daño, sino salir e ir al encuentro de quien tiene necesidad de atención, comprensión y ayuda, para llevarle la cálida cercanía del amor de Dios, a través de gestos concretos de delicadeza, de afecto sincero y de amor.  

Es interesante ver en la parábola del pobre Lázaro y el rico Epulón y cómo Epulón sólo se acuerda de Lázaro cuando necesita de él. En su vida, nunca le tuvo presente para ayudarle a tener una vida más digna. A nosotros nos pasa lo mismo, sólo nos acordamos de los demás para nuestro propio provecho y bienestar.

Todos los bienes y talentos que recibimos de Dios son para servir a los demás. Muchas veces no podremos ayudar materialmente, pero podemos dedicar nuestro tiempo, dar una sonrisa, unas palabras amorosas. La mejor forma de transmitir a Cristo, de evangelizar el mundo, es con nuestro ejemplo, con la donación de nuestro tiempo a los demás, tiempo que es la mayor riqueza que tenemos.

Tómate tiempo para hacer caridad, es la puerta del cielo. (Madre Teresa de Calcuta)

Adaptado de Lucas Ongaro Arcie | Catholic.net

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