Es cierto que el destino barajea las
cartas, pero somos nosotros quienes las jugamos, y lo más importante no
es lo que el destino hace con nosotros, sino lo que nosotros queremos
hacer con él, pues el destino casi nunca hace visitas a domicilio; somos
nosotros los que tenemos que perseguir nuestros sueños, con firmeza,
con férrea voluntad y mucha fe en nosotros mismos.
La fe consiste en hacer las cosas que
creemos que tenemos que hacer, ya que son nuestros actos y no nuestras
creencias los que determinan lo que realmente somos.
No importa de dónde vienes, lo importante es hacia dónde quieres ir.
Tomado de: Carlos Dorado.
Cuentos de un Empresario.
El Universal. 3-ago-2014
El Universal. 3-ago-2014
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